Nadie con tanta presencia de Dios como los intelectuales ateos. Sí algunos pocos cristianos dedicaran el mismo tiempo y energía que ellos al Creador, probablemente, todos seríamos creyentes. He recordado estos pensamientos tras las revelaciones del rotativo londinense “The Times” sobre libro que Stephen Hawking ha escrito en colaboración con el físico Mlodinow, en donde se afirma, contradiciendo lo que decía hace doce años, que “Dios no creó el Universo”. Luego añade: “la creación espontánea es la razón de que exista el Universo, de que nosotros existamos”. Hasta que el libro no se publique el próximo 9 de septiembre –curiosamente una semana antes de la vista del Papa a Londres – no sabremos quién (o ¿Quién?) es el origen de esa “espontaneidad creativa”. Un día me dijeron: si quieres hacer reír a Dios cuéntale tus planes. Me gusta pensar que el Universo es expresión de esa risa y que para dilatarla nada como una nueva teoría de astrofísica.
La risa de Dios
3
septiembre
2010
Una respuesta a La risa de Dios