Seis héroes en Nueva York

Cuando escribo, van a comenzar los octavos de final del Abierto de Estados Unidos de Tenis. De los dieciséis jugadores que se enfrentan seis son españoles: de lejos la mayor representación nacional y la mayor de nuestra historia tenística. La clave de esta fuerte presencia debe buscarse en el trabajo previo; en los talentos naturales y en los adquiridos de los jugadores; en su motivación y en sus virtudes. La menor de ellas no es la humildad. Rafael Nadal, todo un número 1 del Mundo, en rueda de prensa tras una de sus últimas victorias neoyorkinas, decía que tenía que combatir con algún fallo propiamente suyo, que era su responsabilidad y que a ello se ponía. Ese saber reconocer que todavía tiene metas para mejorar tenía todos los ingredientes del buen liderazgo: ante los fallos, mirarse a uno mismo y preguntarse qué puedo mejorar. Ante los éxitos, mirar hacia afuera para agradecer a quienes me ayudaron. El tenis español ya ha triunfado sea cual sea la final del US Open. Ahora nos toca a los demás copiarles en nuestro trabajo y en nuestras obligaciones. Puede ser difícil, no imposible.

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