Psicología inversa

No es fácil la educación. O sí. Aunque José Antonio Marina piense y escriba, razonadamente, que «para educar hace falta toda la tribu«, realmente depende de los padres en una gran medida. Los padres pueden – y deben – diseñar cuál es la dimensión que conceden a «otros miembros de la tribu», especialmente a los que manifiestan principios poco o nada coincidentes con las convicciones paternas.

No es fácil la educación. Pero más costosas están siendo la falta de educación, la tergiversación, por ejemplo, sobre la masculinidad o feminidad de las personas o las indiferencias de los primeros y primordiales educadores:  los padres.

Elegir qué imágenes entran en casa no es cosa del chamán mediático: es nuestra responsabilidad, que no desaparece con brujerías y menos si los hijos, que como los reyes magos lo ven todo, tienen como testimonio nuestra poca exigencia ante la TV.

Elegir colegio, educación mixta o diferenciada, optar por inglés o chino no debería quedar, como  aquí queda, en manos de Gran Jefe Ministerio-Consejería que, si no tienes dinero,  te da – y tú te conformas – con una escuela chata, agresora muchas veces y sin más ambición que ser «inclusiva».

No se puede abdicar de ser padre, pues no siempre va a funcionar, como en el siguiente video, http://www.youtube.com/watch?v=wsBon3DTwIY la psicología inversa.

José Ángel Domínguez Calatayud

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