El Rey León caza a la hiena

 

No es fácil saber que porción de la historia es azar y cuál obedece a designios humanos. Esto es más verdad desde que existen las centrales de inteligencia y las terminales de desinformación.

Ser sencillo es algo estupendo, ser ingenuo es mortal. La acción empresarial y política están demandando transparencia y descomplicación, entre otras cosas porque la gente no está para enredos y ama las cosas sencillas, las que cree entender y las personas sin doblez. Pero esto no está reñido con tener una estrategia de comunicación. Es más, la razón te dice que construyas tu persona y que comuniques con efectividad o te prepares para soportar tu falta de visión.

Ayer, ante los 2500 invitados de la hipermediática “Cena Anual de Corresponsales de la Casa Blanca” ofrecida cada año por la White House Correspondents’ Association (WHCA), y que suele tener guiños de humor, el presidente Obama se exhibió como el “speaker” aventajado que es y proyectó, como “testimonio” de su origen, un video que decía que era el de su nacimiento. Ante la sorprendida vista de sus invitados, entre otros Donald Trump que había puesto en duda el origen norte americano del “number one”, se pudo ver el nacimiento del Rey León (Walt Disney 1994). Todos rieron, incluso el ridiculizado señor Trump. Fue un golpe de efecto en el que quiso demostrar que tiene buen humor, que tiene liderazgo y que está dispuesto a devolver los zarpazos a las agresiones fallidas.

Hacía pocas horas que los comensales se habían marchado y que los ecos de las risas se habían apagado en el 1919, Connecticut Avenue, sede del Hotel Washington Hilton donde se había celebrado la cena, cuando de nuevo, el presidente americano aparece – no en dibujitos, si no en carne mortal ante la televisión- para anunciar que las SEAL, fuerzas especiales de Marina, de las que es comandante supremo han abatido en Pakistán al más buscado de los terroristas, Osama Bin Laden, un tipo peculiar de hiena que se alimentaba de muerte masiva e inocente y después celebraba a carcajadas con su camada la carnicería.

La popularidad del presidente Obama estaba en sus cotas más bajas (ver en este Blog  post TIME: los 100 más influyentes ttp://www.jadominguez.com/2011/04/173/). En los últimos días ha recuperado el pulso y  sube ya como un cohete. Mantenerla alta depende de saber manejar los eventos presentes y anticiparse a los futuros, pero una cosa es segura: en USA no hacen ascos a que el Premio Nobel de la Paz sea el que mate al peor enemigo de América.

Las estrategias de comunicación explotarán el éxito de la operación y jugarán las bazas de la prudencia ante la respuesta esperada Al Qaeda, organización fundada entre los dientes de Bin Laden. Pero dos zarpazos armonizados y eficaces le dan un crédito al presidente.

Por su parte, Donald Trump, sus amigos y alguno entre nosotros podemos pensar sobre la necesidad de tener una estrategia de comunicación fundada en principios o dejar algo tan decisivo en manos del Azar, dios caprichoso donde los haya.

José Ángel Domínguez Calatayud

Etiquetas: , , .

2 respuestas a El Rey León caza a la hiena