Craso quiere que le suban los impuestos

Se escandaliza Público porque no cuaja en España una petición de los ricos para que les suban los impuestos: “Los ricos españoles no van a pedir públicamente al Gobierno que les suban los impuestos que pagan. Quedan, así, en evidencia frente a las grandes fortunas estadounidenses, francesas y alemanas, que han hecho esta petición el mes pasado para demostrar a la sociedad que también quieren arrimar el hombro ante la grave crisis. No se ve el mismo patriotismo en España. Varios presidentes de las principales empresas del país ganaron ayer la batalla a grandes fortunas familiares, que pugnaban por que se debatiera ayer y luego se consensuara una propuesta en el seno del lobby común que crearon: el Consejo Empresarial para la Competitividad”.

¿Por qué Craso – quien dice Craso, dice Entrecanales (Acciona), Roig (Mercadona) Alierta (Telefónica), Botín (Santander) – va a querer que le suban los impuestos? En realidad esto tiene todos los caracteres de una buena – y quizás barata – acción de Comunicación Estratégica. Warren Bufett, tercera fortuna del mundo lo pidió en USA y el ejemplo cundió en Francia con Liliane Bettencourt (L’Oreal) y “los consejeros delegados de multinacionales como Veolia, Danone, Total o Société Générale”, como atestigua Economíadigital.com (23/08/2011). Una semana después esta gripe se extendió a Alemania donde Cinco Días (30/08/2011) nos informa de que “unos 50 millonarios germanos se han sumado a una iniciativa en la que piden pagar más impuestos”.

Nihil novi sub sole

Marco Licinio Craso (115-53 AC) amasó una fortuna enorme después de volver de Hispania y tras apoyar a Sila. Su fama histórica proviene de haber acabado con la rebelión de los esclavos dirigidos por Espartaco. Pero más importante, y decisivo a su favor fue el apoyo financiero y político que brindó al joven y empobrecido César, apoyo que le permitió embarcarse en su propia carrera política.

Años más tarde fundaría con el propio César y Pompeyo el Primer Triunvirato, repartiéndose así el poder de la Republica.  Murió envenenado por sus enemigos partos en las negociaciones tras ser derrotado en la Batalla de Carrhae (actual Harrán, Turquía), donde también había perdido a su hijo. No tenía que haber ido y eso dio origen a la expresión “craso error”: error propio de Craso.

Pero antes de todo eso cuando compartía la máxima autoridad – Consulado – con Pompeyo, tuvo la feliz idea de organizar una  comida con diez mil mesas y, además, repartió grano entre las familias romanas, tanto grano como para saciarlas durante tres meses. Desde un punto de vista de Comunicación Estratégica tiene interés, porque este modo de subirse los impuestos, sin que el Senado se lo pidiera, tenía como finalidad superar en popularidad a su colega – más bien rival –, cosa que no consiguió: el populus siguió distinguiendo a Cneo Pompeyo Magno con su preferencia.

¿Por qué insisten algunos ricos en que se les suba los impuestos? La respuesta que consta es que quieren contribuir con ese sacrificio a sacar a sus países adelante. Se trata, en definitiva, de una verdadera acción de solidaridad y –según el citado diario socialista español de “patriotismo”, de “arrimar el hombro ante la grave crisis”.

Puede ser. Sin embargo, el patriota medio piensa que caben otras opciones de arrimar el hombro a una sociedad empobrecida, también en parte por malas decisiones de la administración, del Estado al que ahora se quiere que se le pida, además que les suba los impuestos:

Si no es una Estrategia de Comunicación cabe hacer una buena estrategia sin más:

1ª) Contribuir a la seguridad jurídica evitando leyes excepcionales y “ad casum” y estructurando un fiscalidad que grave siempre más a quien más gana, con equidad.

2ª) Mejorar las leyes de Mecenazgo de manera que esos ricos, muchos de los cuáles ya destinan importantes cantidades, puedan incrementar dotaciones a educación e investigación, sin tener que pasar por las pecadoras manos de un gobierno.

3ª) Reordenar las ayudas públicas a bienes verdaderos y no a intereses partidarios, ideológicos y extravagantes.

4ª) Impulsar una verdadera mentalidad de Altruismo y Responsabilidad Social, donde todos nos sintamos protagonistas de la misión de mejorar la Sociedad. La Sociedad no necesita para esto un ministerio de Hacienda subiendo impuestos a ricos, necesita comprender el misterio que guardan los corazones heridos por la necesidad o el desprecio.

5ª) Todo rico con escrúpulos de solidaridad o sarpullido de patriotismo tiene una larga lista de instituciones que se ocupan –sin demagogia, con dedicación, naturalidad y persistencia – a llevar la carga práctica de ayudar a los necesitados. Si algún rico no sabe como “arrimar el hombro” en la “sociedad civil”, que me llame al número de teléfono que figura en esta página: tengo unas cuantas instituciones que se lo agradecerán. Si además quiere que su acción se publicite, lo podemos arreglar.

Por lo demás, mucho ánimo, que peor eran las cosas en el primer siglo antes de nuestra era. “Pompeyo y Craso ponían su influencia, que era grande, y sus riquezas, que eran inmensas, al servicio de César para hacerle elegir cónsul. Éste, una vez alcanzado el poder, distribuiría las tierras a los soldados de Pompeyo y concedería a Craso las contratas a las que aspiraba” (Historia de Roma, Indro Montanelli. Ed. Plaza&Janés, 4ª Edición, pag. 230).

 

 

 

 

 

José Ángel Domínguez Calatayud

Etiquetas: , , , .

Los comentarios están cerrados.