“Cultivaban la amistad y, unidos en sociedad de vida, habitaban muy grandes ciudades en las que prudentemente tenían estados rectamente organizados. Es decir, prudentemente administraban con rectas leyes, religión e instituciones, cultivaban la amistad y, unidos en sociedad de vida, habitaban muy grandes ciudades, donde prudentemente, con justicia y equidad, administraban los negocios, tanto de la paz como de la guerra; su gobierno se regía por una legislación que en muchos aspectos supera la nuestra y que podía causar la admiración de los sabios de Atenas”. (Bartolomé de las Casas, “Apologética historia de sumaria», citado por Hugh Thomas en “El Imperio español de Carlos V, Ed. Planeta, pág 553)
Michele Bachmann, senadora por Minnesota, ha estado cuatro días por la Florida, recorriéndola con su “blue submarine”, su autobús de campaña, para obtener la candidatura del partido republicano a las elecciones presidenciales de 2012.
A la senadora nacida en el estado de Iowa y concretamente en Waterloo – que ya es suerte – le preocupa intentar ampliar su base de apoyo más alla del “tea-party” y de los movimientos evangélicos (“to grow her base of support beyond the tea party and evangelical movements” como dice The Washington Post del 31/08/2011).
La noticia saltó cuando de manera sorprendente se hizo con la victoria en el sondeo de Amys, primera valla republicana de la carrera de fondo de las elecciones presidenciales.
Para los europeos ilustrados, extrañamente seguidores muchos de ellos de De las Casas, una tal senadora es infumable, por excesivamente religiosa y por radicalmente conservadora. Es su opción que habrá que respetar.
Mientras tanto, Bachmann, que no lee periódicos europeos, se ha batido el cobre en Florida para sacar apoyo y seguramente dólares para la campaña, pues enfrente, antes de poder estar en un debate con Obama, tiene a gente como el gobernador de Texas, Rick Perry, gran favorito del partido o, quizás a Sarah Palin, de la que todavía no se tienen noticias presidenciales.
A este lado del charco preocupan dos cosas:
1).- La original – de origen – filosofía política de Bachmann en la que fácilmente mezcla sus creencias religiosas evangélicas con los avatares que corresponde a los hombres solucionar, sin comprometer con sus propias decisiones y opiniones al mismísimo Hacedor.
2).-La extraordinaria habilidad desarrollada por la senadora de Minnesota para patinar con sus declaraciones. Botón de muestra es este texto copiado de ABC:»en junio de este año aseguró que el «espíritu» de la leyenda del western John Wayne también se encontraba en ella. La cuestión no hubiera tenido más trascendencia de no haber vinculado sus lugares de nacimiento: la ciudad de Waterloo. En realidad, el actor nació en la ciudad de Winterset. En Waterloo nació John Wayne Gacy, que asesinó a más de treinta jóvenes. «Simplemente me equivoqué al hablar, se excusó«. (ampliar lectura de cita de ABC).
Comunicar públicamente es algo nada fácil, pero harían bien algunos analistas en recordar que la comunicación es para la gente no para los analistas. Michele Bachmann necesita ahora unos pocos millones de dólares para batir el año que viene –si su partido le da la confianza – a Obama, que tiene demostradas también dos cosas: que es capaz también de cometer errores verbales y que es capaz de ganar unas elecciones con los analistas en contra y la comunicación con el pueblo intacta.
Para Michele, quizás ha llegado la hora de cambiar de estrategia de comunicación.
Jose Ángel Domínguez Calatayud