Presentaciones: «Nil difficile volenti»

La foto está tomada en la Ciudad Eterna y la inscripción de la fachada es una llamada a dos cosas: a querer las cosas de verdad y a convencerse de que: “¡a por ellas!” con todo coraje. La he rescatado de mi álbum romano en homenaje y enseñanza a tantos que en consulta me hablan de sus dificultades para comparecer con efectividad ante un público.

La experiencia de intervenir en público para hacer una presentación o expresar una declaración puede moverse entre dos extremos. De un lado el de quien con más arrojo que vergüenza se planta en el escenario o en el plató sin encomendarse ni a Dios ni al diablo y pretende en su impreparación caer en gracia. Algunos programas – incluso de éxito – admiten esta tipología, que si no hace estragos en las audiencias es simplemente porque los provoca en el tono humano y el buen gusto, lo que, por cierto debería hacer pensar, a quien participa desde su sala de estar o en el auditorio, sobre cuál es su suelo estético final al que se rebajará viendo u oyendo esas presentaciones o programas. No hay pretexto; no vale decir «yo no contribuyo a nada porque lo veo a solas«. Uno no está nunca totalmente aislado y eso, por cierto lo saben, los anunciantes o promotores de una línea de cultura visual más que devaluada, necesitada de rescate.

En el otro extremo hay dos tipos: los absentistas que nunca hablan, que dejan hacer (¿?) y los aterrorizados ante la palabra. “La gente dice que tiene miedo a la muerte: a lo que tienen miedo es a hablar en público” dice el detective Richie Roberts (Russell Crowe) en American Gangster dirigida en 2007 por Rydey Scott.

Estos últimos, los que tiemblan ante la eventualidad de tener que decir algo, pueden coger como lema el de los “baschi verdi”, servidores de Anti Terrorismo Pronto Impiego (ATPI) de la Guardia de Finanza de Italia: “Nihil difficile volenti” es brocardo latino expresivo de que no hay nada difícil para el que quiere. Evidentemente ese querer es algo más que un vago deseo.

Hoy en día hay buenas técnicas para trabajarse el carácter y poder hacer frente a esta necesidad, que lo es para todo el que circula por la vida y más para quienes tienen responsabilidades públicas, chicas o grandes.

 

 

José Ángel Domínguez Calatayud

Etiquetas: , , , .

Una respuesta a Presentaciones: «Nil difficile volenti»