Ha pasado un año de la presentación pública del Informe “Transforma España”, que la Fundación Everis elaboró a partir de la contribución de un centenar de líderes empresariales y de especialidades científicas y técnicas, todos ellos relevantes personalidades de la sociedad civil. Ninguno de ellos político en activo.
El informe que quería abrirse a los ciudadanos como “un momento clave de oportunidad para construir entre todos la España admirada del futuro” y que pretendía ofrecer “una visión optimista pero contundente de la Sociedad Civil española”, orientaba la acción del país en 16 grandes retos para que nuestra nación ocupara un lugar de preeminencia en el concierto mundial.
Vuelvo a releer este constructo paradigmático a cuya presentación en mi ciudad tuve el privilegio de asistir, lo que me permitió calibrar la profundidad de visión de sus creadores y
la cauta pasión de su líder, Eduardo Serra. De esta lectura para la maduración puede surgir un sentimiento de decaimiento, pues transcurrido 2011, de aquel diagnóstico algunas constantes emiten señales de grave deterioro (empleo, capacidad de financiación, fatiga social y descreimiento en sí misma de la sociedad). Se ha hecho poco y en pocas materias como para que veamos un atisbo de luz al final del túnel.
Si se ponen una detrás de otra las propuestas para lo que el Informe llama una salida-país, puede ponderarse una idea del lugar que ocupa la Marca España y qué energía será necesaria para que esta doliente nostalgia del futuro engendre una pasión por el presente:
“Competitividad
- Definición de una identidad productiva singular para el país
- Refuerzo de la Sociedad del Talento global
- Mejora de la productividad total de los factores
- Sofisticación de la oferta de bienes y servicios
Bienestar
- Definición de un modelo de Estado del Bienestar responsable (equilibrado y sostenible)
- Sofisticación sostenida de la demanda
- Acercamiento al Ciudadano y personalización del bienestar
Sostenibilidad
- Sostenibilidad económico-financiera
- Sosteniblidad social
- Sostenibilidad medioabiental
- Posicionamiento-país positivo, singular y creíble
- Capitalización del posicionamiento geoestratégico
- Exposición y movilidad globales
Madurez sociopolítica
- Representatividad, equilibrio e independencia de poderes
- Fiabilidad y adaptabilidad de las instituciones
- Corresponsabilidad (ciudadana y administrativa) entre derechos y deberes”
(Transforma España, página 105)
Esto es lo que el Informe recetaba hace más de doce meses. Fue un atrevido documento que, presentado al mismo Rey antes que al Gobierno y a los partidos, comenzaba con un proverbio asiático “Cuando empieza a soplar el viento, unos corren a esconderse mientras otros construyen molinos de viento”.
Ahora sopla como fuego fuerte y nosotros ¿a qué grupo nos adscribimos?
José Ángel Domínguez Calatayud