Cabalgata de Reyes: en muchas ciudades de España se producirá mañana ese espectáculo de color e ilusión que representa la Cabalgata de Reyes que, recordando a los Magos de Oriente, recorrerá calles y emocionará a mayores hasta convertirlos en niños (¡yo he visto esas caras de abuelos con el niño de la mano!) y ensanchará los corazones inacabables de los más pequeños de la casa.
Me ha hecho pensar en la Cabalgata un tweet de alguien a quien sigo (Juan González-Alorda) que retuitea otro del escritor Agustín Medina invitándonos a preguntarnos “¿Cuánto hace que no paseas con alguien por un parque cogidos de la mano?” Cuantos problemas quedarían resueltos 😉”.
El acontecimiento de la aparición de una especialísima Estrella en el cielo, impulsó a unos Magos de Oriente a ponerse en contacto unos con otros (por cierto, sin internet) y emprender el largo viaje hasta la Luz de las gentes, hasta la Imagen que siempre mira amor, hasta la Palabra que era “al principio”.
¡Qué horror el de aquellos sabios, cuando de repente se quedaron sin cobertura en medio del desierto! La Estrella –el servidor –se colgó y una negrura desoladora ocupaba ahora su lugar.
Y ¡qué inmensa alegría, luego, cuando volvieron a la cobertura de la Estrella!
Sí, son días para coger la mano de esa criatura, acompañarla hasta el bullicio y volverse igual de loco por la fantasía, por el gozo gozoso de los dones que este año podemos ir desempaquetando, quizás teniendo nosotros que armarlos con nuestras propias torpes manos, quizás teniendo que salir nosotros a buscar esas pilas de corazón encendido y sencillez alcalina o conectar la batería al alimentador de la visión de ultra largo alcance, para no quedarnos bloqueados en el primera jugada que nos advierte “wrong way”. El año trae dones y hay que tener ojos agradecidos para verlos y acogerlos de las buenas manos.
Hay unas manos que no fallan, que reciben nuestro incienso, nuestro oro, la mirra y mirándonos a la cara nos dicen “¡vamos! Pero ‘¡vamos!’ quiere decir ven conmigo”.
José Ángel Domínguez Calatayud