Se estrena este fin de semana en España Popieluszco, del director Rafal Wieczynsky, esta película, que ha arrasado en su país de origen, pone de relieve una verdad que el propio protagonista vivió hasta el final, hasta que tres oficiales de la policía polaca le golpearon y asesinaron: eran los comienzos de Solidaridad, del que Popieluszco fue director espiritual,  y el comienzo del final de los regímenes comunistas europeos que colapsaron con la caída del Muro de Berlín cinco años más tarde, en 1989. Esa verdad era que el enemigo exterior, el que coarta las libertades básicas no es el enemigo real para quienes son conscientes del deber de cambiar el decurso de un sociedad. El enemigo de esos héroes de lo cotidiano que podríamos ser cada uno de nosotros es el miedo, que se presenta también revestido de pereza por la dificultad que entraña hacer caso al corazón, en vez de al vientre. Miedo, pereza o comodidad que ha tejido mantos de silencio sobre el horror de la Europa comunista. Va a merecer la pena ir este fin e semana al cine para volver a creer en el hombre y el valor frente a la rendición conformista. Para convencernos de que es posible otra historia a la altura de la dignidad humana.

José Ángel Domínguez Calatayud

Nota: el texto anterior ha sido publicado en ABC de Sevilla (27/01/2012), casi en su totalidad. Lo traemos aquí para mi amigos lectores que no hayan accedido al citado diario. JADC