Libro de Aclamaciones, Syrsa Su Eminencia

Y más exactamente Javier Luque, jefe de taller que ayer en este establecimiento Renault de Sevilla me atendió de un modo que él calificó de normal, pero que para mí como cliente, superaba la normalidad y se situaba en lo extraordinario.

Llevé mi coche a una revisión previa a la que debe pasar ante la Inspección Técnica de Vehículos (ITV), obligatoria en España para los que han pasado los cuatro años desde su matriculación.

En Sevilla, algunos empleados habían hecho puente aprovechando que al día siguiente era fiesta: 28 de febrero, Día de Andalucía. En Syrsa Su Eminencia habían aprovechado para dar vacaciones reglamentarias algunas personas de su plantilla y, entre ellos, a los que se ocupan de la Recepción de Clientes.

Pero esto no rebajó, en el caso caso de Javier el nivel de atención ni la calidad de la dedicación profesional.

El lugar de Recepción lo ocupó él, que era el jefe de taller, y con toda naturalidad y con un carro de profesionalidad cubrió la gama de tareas técnicas y administrativas. Pero es que más allá de ese simple deber, no tuvo inconveniente en darme explicaciones muy útiles para la conservación del vehículo y sobre cuales podrían ser las consecuencias de un descuido, por ejemplo en la vigilancia del desgate de los neumáticos.

Soy un convencido de que los clientes,  muchas veces no es que se pierdan, es que los echamos, por una incompetencia de la que ninguno estamos vacunados en  toda su extensión. Porque, aunque tengamos los talentos naturales y adquiridos para prestar el servicio encomendado, el factor inmersión en el problema del cliente para implicarse y ayudarle no está asegurado. Todos tenemos mejores y peores días. En unos y otros, aquellos a quienes servimos – y siempre deberíamos estar sirviendo – tienen que percibir que hacemos nuestro su problema y que somos capaces de estirar nuestro potencial más allá de un cumplimiento rutinario.

SYRSA Su Eminencia, igual que la práctica totalidad de instituciones tiene Libro de Quejas, pero no de felicitaciones. Por eso me honro inscribir en este Libro de Aclamaciones a SYRSA Su Eminencia y, particularmente al Jefe de Taller, Javier Luque, por una dedicación del más alto nivel de competencia en el servicio prestado al cliente, por la que le felicitamos y agradecemos.

 

 

 

 

José Ángel Domínguez Calatayud

 

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