Cuando trabajaba en otra vida anterior en una gran empresa algún director, muchos directivos y casi todos los compañeros decían ante los problemas de relaciones laborales o de simple contacto humano de convivencia:

– ¡Qué difícil es comunicar!

Yo festejaba entre bromas esta afirmación pues comunicar era entonces mi oficio y hoy es mi vida.

Me acordaba de esta anécdota cuando ha llegado a mí información de un gran comunicador capaz de compartir la vida y de cuya semblanza más atractiva acaba de hacerse un película: él es san Felipe de Neri y la película “Prefiero el Paraíso”. La cinta, producida en Italia, fue vista en el país transalpino por más de 6 millones de espectadores cuando se estrenó en televisión.

No me extraña ese éxito de público, porque lejos de mojigaterías y beaterios demodé, es un canto a una persona de todos los tiempos y, probablemente -quizás sobre todo – de éste momento que necesita levantar la cabeza y reír sabiendo que es posible ser feliz si sabemos, desde el amor, comunicar, o sea vivir alegres en la verdad.

He recortado de Alba esta anécdota que ya oí de niño cuando me enseñaron a comunicar respetando siempre la dignidad del otro y para que nos animemos a ir a verla desde el 30 de marzo en muchas ciudades de España :

“Amante del humor -sus libros preferidos eran el Nuevo Testamento y un libro de chistes-, en el confesionario aconsejaba con seriedad pero sin perder su gracia y de él recuerdan que a una señora que había calumniado le puso como penitencia desplumar una gallina mientras caminaba por la calle y recoger después las plumas:

-Eso es imposible, padre, las plumas habrán salido volando.

-Las plumas se las lleva el viento y es imposible recuperarlas, como las malas palabras que se dicen sobre una persona- le hizo ver el santo Neri”.

El apego a la verdad, el entusiasmo por la alegría de los jóvenes que destila el actor Gigi Proietti en esta entrega deLUX VIDE – distribuida por Dreams Factory  y  Alquitara Films – es una apuesta segura para personas y familias que quieran pasar dos horas amenas y de las que se lleven en el corazón algo útil. Como decía el creador de los oratorios: Sed buenos… ¡si podéis! No sé si podremos, pero el cine bueno ayuda bastante.

José Ángel Domínguez Calatayud