La Cabra de Abel a salvo

Abel acababa de encontrar malherida, pero viva, aquella pequeña cabra suya perdida y decidió cuidarla. Eva puso a su disposición hasta un total de 100.000 unidades de ungüento y agua que guardaba para casos así. ¿Había Eva rescatado a Abel?

-. Ahora Abel, niñito mimado no vayas a decir que no te han rescatado o que te ha tocado Dios con su mano, la que nos arrojó del Paraíso – le enrostró Caín.

-. Solamente han puesto a disposición de la salud de la cabra una generosa cantidad de agua y ungüento para salvar la vida de este animal, lo que salvará,  en parte la de toda la Familia – argumentó Abel

Caín no le hizo caso. Se dio media vuelta mascullando rencores. Encendió el ordenador y paseo sus ojos ansiosos por las páginas digitales de los medios que tenían que darle la razón:  a Abel le dan lo que a mí me niegan;  ha sido rescatado…que no me venga con discursitos; y ahora me echará la culpa a mí por haber abandonado la cabra al borde de aquel barranco, mientras sembraba la mies…¿¡qué pan habríamos comido si yo no hubiese sembrado!? Y sí, los medios le daban la razón..¡¡Pues claro que sí¡!

“El mayor diario en castellano de su propio ombligo” decía: “La oposición en bloque exige que Abel explique el rescate en la Asamblea”. Caín se hacía pis de la alegría al ver reproducidas sus palabras sobre que encima Abel pregonaba la suerte de la Familia.

“El Financial Tiempo” confirmaba “Abel presenta el rescate de toda la familia como una victoria” y añadía “La cuarta potencia del Exparaíso necesitada de ayuda”.

La agencia “El Arrepentido” destilaba el mismo odio a Abel que Caín pero con más sutileza, para titular “El pastor jefe Abel, intentó responder el domingo a las duras críticas por su gestión de la crisis de deuda de la Familia diciendo que la Familia había evitado un rescate completo gracias a su búsqueda de la cabra, sus cuidados y en no gastar en más semilla para no hundir las reservas”.

“La Monda” diario tras las montañas escribía “Crise du Chavre: Abel se félicite d’avoir evité “une intervention extérieure”. “Le chef du pasteurs de la Familie  a salué «une victoire pour la crédibilité de l’argent locaux» dans la décision de “Eva de lui accorder un prêt d’un montant maximum de 100 milliards d’unités”. Caín no entendía pero seguro que también le daba la razón.

Por último busco en el «El Rostro» (FAZ) y eso le gusto menos: “100 Milliarden Einheits für Familien, nun sind alle zufrieden. Auch der Eva Kautionen. Amerikanische Finanzminister Geithner lobt die Vereinbarung. Sie sei ein konkreter Schritt auf dem Weg zu einer Fiskalunion”. Le gustó menos, porque no lo entendía y porque sonaba fuerte, serio y favorable.

Pasaron unos meses en que Caín y Abel no se vieron. El hermano menor paseaba entonces sereno sabiendo ya que la cabra había engendrado uno cabritos patosos y débiles, escuchimizados y poco vistosos, pero vivos. Abel andaba sereno pero buscaba su burro desde hacía días. No se explicaba cómo se había soltado de aquella estela. Y buscaba y buscaba y lo encontró. Bueno, lo que halló fue su quijada en el camino entre su ganado y los sembrados de Caín.

La vida ofrece señales, pero ésta no era comprensible, cómo no suele serlo el odio o el comentario deslizado interesadamente para obtener ganancia de la ruina de otro. Las cosas cómo las estrellas nos hablan. En la paz de aquella tarde de horizontes violáceos y grana se quedó mirando el horizonte de espaldas a los sembrados.

 

 

 

 

José Ángel Domínguez Calatayud

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