Un portillo a la esperanza

La verdad es que me ha hecho gracia la anécdota recogida en la carta fechada en 1 de junio que escribe D. Javier Echevarría, Prelado del Opus Dei y que publica la web de la prelatura. Venía refiriéndose el autor a la esperanza, esa que tanto necesitamos siempre y parece que ahora más que nunca. Y, como de paso, alude al momento en que D. Álvaro del Portillo pidió con insistencia filial a san Josemaría, fundador de la Obra, que escribiese algo en una foto, lo que hizo anotando una frase de un salmo “hómines et iuménta sálvábis, Dómine; Tú salvarás Señor a los hombres y a los jumentos” (Sal. 36,7). La sorprendente cita me ha dejado parado y pensando que siendo tan burros como a veces somos no hay que tirar la toalla: la cosa tiene solución.

homines et iumenta...

homines et iumenta…

La carta – merece ser leída completa – concluye ese párrafo contando que “cuando iba a anotar la fecha, don Álvaro leyó el texto ya escrito y, jugando con su apellido, comentó: esto abre un portillo a la esperanza. A san Josemaría le agradó la frase y, con rapidez y buen humor, añadió ese comentario en la fotografía”.

Coincide este texto con la exposición que recorre España sobre la figura centenaria de D. Álvaro del Portillo cuya beatificación tendrá lugar en Madrid el 27 de septiembre. La exposición llega a Sevilla y podrá verse en el Hospital de la Santa Caridad del 9 al 20 de junio. Antes ha estado en otras provincias y terminará en Madrid, ciudad natal del futuro beato.

D. Álvaro: datos de un santo

D. Álvaro: datos de un santo

El título de la exposición – “Un santo en datos” –, si no fuera por la sencillez y modestia que siempre acompañaban al protagonista, seguro que encontraba la aprobación de su destacada personalidad de Ingeniero de Caminos, buen conocedor también de la comunicación en el mundo actual.

Y es que lejos de remilgados perfiles de merengue y con la ayuda de los medios de la Cultura Visual – fotografía y una original infografía – uno se puede dar cuenta de que la pasta de este santo es no tener pasta, sino cabeza, lealtad para hacer bien lo que hay que hacer y un gran corazón.

Estatua de Miguel de Mañara (Sevilla)

Estatua de Miguel de Mañara (Sevilla)

Sé que es coincidencia, pero en los jardines que hay frente al Hospital de la Caridad que fundó D. Miguel de Mañara hay una escultura de este venerable personaje del siglo XV cargando con un miserable, con el paso resuelto de quien ama al herido. Y al ver esa estatua de piedra es fácil poner imagen a la joven figura de D. Álvaro del Portillo, a principio de los años 30, buscando asilo para el niño que llevaba en brazos; un niño sin comida y tiritando de frío, abandonado con sus hermanos en el horizonte cerrado de chabolas, junto al madrileño Arroyo del Abroñigal.

Sí: existe para todos un portillo a la esperanza, porque aun siendo jumentos tenemos un cielo si tiramos del carro de nuestra humanidad. No es imposible, hay datos: los datos de un santo.

Idea fuente: la exposición «Un santo en datos»

Música que escucho: «Man gave names to all the animals«, Bob Dylan (1979)

140603 Un santo en datos 4

 

 

 

 

 

José Ángel Domínguez Calatayud

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