No son las máquinas

We are searchlights, we can see in the dark

We are rockets, pointed up at the stars

We are billions of beautiful hearts

And you sold us down the river too far

(What About Us, Pink)

José María Álvarez-Pallete tiene razón. La tiene en el sentido de mi post de ayer en este Blog Personal En busca de certezas»). “Google no puede ser la fuente del conocimiento” ha dicho este miércoles el presidente de Telefónica en el Foro de Debate de ABC de Sevilla.

José María Álvarez Pallete en ABC de Sevilla

La llaga en la que mete el dedo este capitán de la empresa es la de los “datos”. Llegó a afirmar que “Facebook tendrá que pagar por utilizar nuestros datos”. También que “no somos conscientes de lo importantes que son nuestros datos. Para mí los datos son una cuestión de derechos humanos; es como la dignidad, no pueden ser expropiados sin una transacción justa de la que yo sea consciente”.

Esa es es la orilla de certeza para recuperar nuestra identidad frente al expolio cibernético y la intoxicación comunicativa. “Lo que más viaja por las redes, lo que más se viraliza, es lo que se supone que es correcto”. O no. No es correcto porque se viraliza: se viraliza para hacer suponer que es lo correcto.

Recuperar la salud comunicativa

Puso el ejemplo, de amplia difusión por redes sociales, de una noticia negativa a base de datos manipulados sobre Hilary Clinton pretendidamente publicada por un periódico que ni siquiera existía. Sí, en todo eso tiene razón José María Álvarez-Pallete.

Y concluía: “No podemos dejar a las máquinas que, a través de algoritmos, hagan cosas que no son correctas y saquen conclusiones empleando correlaciones espurias”.

Pero no son las máquinas. Son quienes en su diseño, en la alta programación de sus reacciones o en la proyección de su propia cosmovisión obligan a las máquinas a dos cosas terribles.

Primero a considerar que lo que más se repite es lo que hay que seguir. Segundo, a hacer que se repita lo que les da más ingresos, independientemente de toda referencia a lo que es bueno, bello o verdadero.

Si lo que más se repite marca la trayectoria, sólo porque es lo que más gente dice que es lo correcto, es fácil para quien domina la red de Internet  – o uno de sus brazos, por ejemplo Wikipedia – manipular sin más ambages la verdad y la dignidad.

Pero, en segundo lugar, lo que se puede hacer – y ya lleva tiempo haciéndose – es priorizar por monetización lo que hay que comprar, ver, seguir, consumir o creer. ¿Es ese el último escalón del subjetivismo? Me creo mi yo. Y mi conducta, mi convicciones o las de mis hijos se ajustan a los deseos de una mayoría robotizada vía Internet invasivo y extensivo.

Yo Persona vs Yo Robot

“Es la hora de las personas ante el desarrollo tecnológico” afirmó Álvarez Pallete. Personas es Educación. Personas es conocimiento y compasión. Personas es priorizar ya las humanistic skills (competencias humanísticas), porque “lo que más va a valer en el futuro es aquello que no se puede digitalizar, ni automatizar”.

No, no son las máquinas.

Idea fuente: los algoritmos nos tienen vida propia. Primero personas libres.

Música que escucho: What about Us, Pink (2017)José Ángel Domínguez Calatayud

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