“Piensa en tu vida, pero también vive tu pensamiento” dice al comienzo de su artículo Nicolas Truong (“La France des « îlots » de résistance intellectuelle, politique et spirituelle”, Le Monde, 13/12/2019).
El texto pone de relieve la realidad de comunidades en distintos lugares de Francia que se han puesto mano a la obra para que sus entornos tenga más que ver con lo que han estado defendiendo. La acción al servicio de la idea. Más allá de la algarada. Más acá de la ilusión: hacer lo correcto, hacerlo sin esperar al Estado o a los partidos. Me ha recordado el concepto de unidad de vida que evoca la primitiva cristiandad y que hemos oído como alerta en la frase “vive como piensas o acabarás pensando como vives”.

Estos días en que los expertos reunidos en Madrid llegan a alertar de “emergencia climática” hay un eco de voces anteriores que señalaron la existencia de una “emergencia humanística”.
En todo caso, la comunicación comienza en el pensamiento. Luego se hace audible, legible, sensible y capaz compartirse.
Así que, lejos de los manipuladores, es tiempo de leer, de estudiar, de ser humanos y construirnos un discurso, un criterio que nos dignifique porque lo contrastamos con la vida coherente que no produce daño a los demás ni a nuestra integridad.
No hacen falta tantos. Unas docenas de personas valientes y libres que amen esta vida y a las personas. Una sociedad a la medida del hombre.
Recuerdo que mi amiga del alma y yo hemos hablado de estas cosas en una vida anterior; sabíamos menos, sentíamos más. Hace un rato repasaba poemas que escribí cuando existir parecía algo simple, interminable y nuestro.
Me he quedado tranquilo al comprobar que los principios están intactos y bellos como una tarde de primavera de cielo azul limpio. Claro que, por diversas y serias razones, no vamos ya, como los de Notre-Dame-des-Landes (Loire-Atlantique), ponernos a construir comunidades alrededor de algún lago. Bien está lo que el corazón guarda unido a un firme pensamiento.

En el pensamiento, en la mente, se escriben los primeros poemas con la chispa del corazón.
Idea fuente: hacer vida el pensamiento
Música que escucho: Windmills Of Your Mind, Noel Harrison (1968)
José Ángel Domínguez Calatayud