Cisne negro y patos blancos

A principio de año publico mis “25 Predicciones improbables”. Terminado el año hago balance de aciertos y batacazos. Como son “improbables” y no soy Rafael Francisco Payá Pinilla “Rappel” hay mucho de los segundos. Valor que le echa uno.

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Pero más llamativa me resulta ahora la cantidad y gravedad de acontecimientos que causan un efecto importante y nadie lo previó: léase coronavirus.

Hay think-tanks que hacen la misma labor de previsión a lo grande para estar preparados. En una matriz evalúan eventos según su probabilidad de ocurrencia y la severidad de su impacto. Pero una vez más vemos que no somos tan visionarios y que nos ocurren cosas que ni por asomo habíamos pensado. No hay omnisciencia. Sólo hay andar a tientas en el mundo oscuro del futuro indefinido.

Sólo en lo que llevamos de 2020 se han sucedido una buena lista de hechos no previstos y de severo impacto: Australia en llamas en enero; El ejercito de Estados Unidos atacó Irán: terremotos en Puerto Rico (6.4) e Irán (4.5); fuertes inundaciones en Indonesia, Australia (“diluvio del siglo”), Nueva Zelanda y  cuenca mediterránea de España; dos volcanes – Shishaldin (Alaska)  y Taal (Filipinas) – entran en erupción; EEUU mata al general iraní Solemaini; Me Too “consigue” 23 años de cárcel para Harvey Weinstein y dejar sin conciertos a Plácido Domingo; se han multiplicado las plataformas de videos, cuando sólo para ver todo el catálogo de Netflix se necesitan 32.600 horas. Y para colmo de imprevisión con severo impacto, Pedro Sánchez pacta con Podemos que le quitaba el sueño dos semanas antes.

Somos patos a los que alguien a quien no conocemos dispara desde dónde no sabemos un proyectil que nos impacta como nunca habíamos pensado. Vivimos de milagro.

A eso se le conoce como Teoría del Cisne Negro.

Copio de Wikipedia: “los sucesos tipo Cisne Negro fueron descritos por Nassim Nicholas Taleb en su libro de 2007 (revisado y completado en 2010), El Cisne Negro. Taleb se refiere a casi todos los grandes descubrimientos científicos, hechos históricos, y logros artísticos como cisnes negros -sin dirección e inesperados”. Pone como ejemplo de sucesos Cisne Negro: Internet, la Primera Guerra Mundial, y los atentados del 11 de septiembre de 2001.

Covid-19, Coronavirus, se comporta como un cisne negrísimo contra todo pato que se mueva. Las tres características de un suceso para ser considerado cisne negro son. 1: Imprevisibilidad; 2: Impacto de inusitada gravedad, y 3: retrospectiva para el pato, es decir el sujeto podría haberlo previsto con la información precisa.

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No se trata de morirse de miedo. Más bien la metáfora del cisne negro nos ayuda a pensar en nuestra fragilidad y el poco peso de nuestro pensamiento ante la vastedad del universo y ante la bastedad de algunos dirigentes.

Y además, ¿no es verdad que algunos cisnes negros no nos resultaron luego tan negros y más amables? Tú y yo, hemos vivido inesperados encuentros o reencuentros sorprendentes que nos hicieron severamente felices.

Idea fuente: la teoría del cisne negro en la actualidad

Música que escucho: Somewhere Only We Know, Lily AllenJosé Ángel Domínguez Calatayud

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